El Origen de un Sueño: Rivas Comunicaciones

Era el año 2012, y un joven estudiante lleno de ambición y un profundo deseo de aprender marcaba el inicio de una extraordinaria travesía. Impulsado por su fascinación con las tecnologías de telecomunicaciones, este estudiante, Jorge Rivas Torres, no solo soñaba con superarse, sino también con conectar su mundo.

Jorge, mientras cursaba su carrera en Ingeniería en Sistemas Computacionales, descubrió su pasión por las telecomunicaciones. Este descubrimiento no fue un mero interés académico; se convirtió en la chispa que encendió su espíritu emprendedor. Empezó a experimentar, aprendiendo todo lo que podía sobre el área, convirtiéndose en un autodidacta de las ondas y las redes.

Su camino tomó un giro decisivo cuando conoció a Don Nico, un veterano en el campo de las telecomunicaciones. Juntos, forjaron una alianza. Comenzaron por un proyecto modesto: enlazar antenas desde sus casas al instituto tecnológico de pinotepa. Fue un comienzo humilde, pero con gran significado. Con cada antena que instalaban, con cada tubo que erigían en sitios elevados para mejorar la cobertura, iban tejiendo no solo una red de telecomunicaciones, sino también el tejido de un sueño más grande.

Las pruebas eran continuas y desafiantes. Desde Pinotepa hasta Piedra Blanca, enfrentaron innumerables obstáculos: ubicar sitios estratégicos para las torres, superar las dificultades técnicas, y manejar las expectativas de una población que apenas comenzaba a familiarizarse con el internet. Pero Jorge, con el apoyo de Don Nico, nunca se rindió.

Con el tiempo, su empeño comenzó a dar frutos. La red de Jorge no solo se volvió estable, sino también empezó a expandirse, llegando a rincones donde el internet era una novedad. A pesar de las dificultades, incluyendo los desafíos con clientes y los problemas técnicos, Jorge persistió. Su visión era clara: quería llevar el internet a lugares donde antes era inaccesible.

El emprendimiento de Jorge no era solo un negocio; era un servicio a su comunidad, una contribución a su región. Día tras día, su trabajo incansable no solo construyó una red de telecomunicaciones, sino también una comunidad interconectada, llevando conocimiento, oportunidades y conexión a la costa.

Así, lo que comenzó como el sueño de un joven estudiante se transformó en una realidad palpable, una empresa que no solo sobresalía en el ámbito tecnológico, sino que también servía como un faro de progreso y esperanza para su comunidad.